Seguro que os habéis dado cuenta de que hay animales que se parecen a otros, y más de una vez os habreis preguntado el porqué. Bien, pues hay dos explicaciones para esto. Pero, para comprenderlas, primero tendremos que entender algunas cosas básicas sobre evolución.
Como ya expliqué brevemente en el post anterior sobre las orcas, muchas especies de animales, según van evolucionando, se suelen ramificar en varias especies diferentes. No todas ellas, ya que, al igual que en un arbusto, hay muchas ramas que terminan sin dar lugar a otras ramitas. Pero muchas sí lo hacen, y es por eso que hoy existen tantos y tantos animales diferentes en nuestro planeta. Ese fenómeno recibe el nombre de especiación.
Supongamos una especie cualquiera de animal, por ejemplo este pajarito, el Monarca de Vientre Castaño, que vive en las islas Salomón.

Monarcha castaneiventris
Al igual que todos los animales, cuando estas aves se reproducen y tienen hijos, buena parte de sus genes son transmitidos a su descendencia. Esto se conoce como herencia. Pero en este proceso suelen ocurrir pequeños errores a la hora de copiar esa información genética. De hecho, estos errores ocurren siempre, por eso los hijos no son idénticos a ninguno de los padres, ni tampoco una mera mezcla de ambos. A estos errores los llamamos mutaciones. Pero tranquilos no nos asustemos ahora, esto es tan frecuente como natural, y esencial para el desarrollo de la evolución.
Debido a que existen estos cambios, existe también una gran variedad dentro de cada especie. Por ejemplo, entre nosotros, unos somos altos y otros bajitos, unos somos rubios y otros morenos. De este modo, es viable que se generen nuevas especies. Si todos los animales fueran idénticos, sería imposible.
Ahora pongamos por ejemplo que, tal y como entre los seres humanos los hay rubios y los hay morenos, entre nuestros pajaritos han surgido dos tipos diferentes, gracias a una mutación en un gen que regula la producción de melanina. Unos con el vientre de color castaño clarito, y otros con el plumaje por completo oscuro.
De momento, estos dos pajaritos siguen siendo de la misma especie, lo que sucede es que ya no se aparean unos con otros, porque al parecer ya no se reconocen entre ellos. Esto lo que provoca es que sus genes no vuelvan a mezclarse, y por lo tanto, a partir de ahora, ambos continuarán su viaje evolutivo por separado.
Al paso de las generaciones, y con la ayuda de la Selección Natural, estas diferencias se irán incrementando, hasta que la genética de ambos sea totalmente incompatible.
Por lo tanto, las especies que se separaron hace menos tiempo habrán acumulado un número menor de cambios genéticos, y también un número menor de adaptaciones, que dos especies que se separaron mucho antes. Eso explica porqué las especies más estrechamente emparentadas se parecen. Como en el caso de la gamba y la langosta. O en el caso del tigre y el gato.
Antes he dicho que los parecidos entre los animales pueden explicarse de dos maneras, esta es una de ellas. Por parentesco. Pero hay animales que son parientes tan tan tan y tan lejanos que su parecido no puede ser explicado de esta manera. Sin embargo, la razón de esas similitudes es perfectamente definida por un fenómeno evolutivo muy curioso. La convergencia evolutiva. Pero esa es otra historia. 😉
Para más información sobre el caso de los pajarillos del ejemplo, ver esta magnífica entrada de Manuel en La Ciencia y sus Demonios.
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Otra especia que se separó hace muy poco tiempo es la del Jano y el gorila.
Sí, esa separación fue un trauma para la sal y la pimienta.
great post ;D
Thanks mate 😉
Pero… ¿Jano y Gorilla no son la misma especies?
Te lo curras Hexo 😉
Tendré que investigarlo… gracias Kanu. 😀
ineteresante, me encanta esto de la evolucion!
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