Los Licaones no son Hienas

Atención señores y señoras que visitan el zoo, lean despacito esto: Los licaones no son hienas. Que son ustedes más pesados que un Indricotherium en brazos. Si no saben qué animal están viendo, no se lo inventen, lean el cartelito que para eso está.

«Mira las hienas», suelen decir. O incluso; «Mira las hienas, qué feas que son». Pero lo peor de todo, es que cuando alguien que les acompaña,  tímidamente les corrige diciendo; «Licaones», («¿Qué? WOOT? DERP HUR DUR»), «Licaones, aquí pone que son licaones», ellos contestan airadamente; «Bueno, estos son parientes, es lo mismo.» Pues no. No es lo mismo.

La hiena y el licaón son parientes, sí. Igual que todos los animales, incluidos nosotros, somos parientes de todos los demás. Pero del mismo modo que en una familia hay relaciones de parentesco, padres, hijos, hermanos, primos, tíos, abuelos, primos segundos, tíos abuelos, etc. En el reino animal también hay grados de parentesco entre las especies. Y es que los animales en realidad somos una gran familia, ya que todos tenemos un antepasado común.

Esta enorme familia de todos los animales, está formada por muchas otras familias más pequeñas, dentro de las cuales, la unidad más pequeña es la especie. Cada especie, puede estar incluida en muchas familias, cada cual más grande que recoge a todas las anteriores. Los grados de parentesco entre dos especies, estarán definidos pues, según la distancia a la que se encuentren situados en su familia común.

¿Cuán cerca están Hienas y Licaones entre si? Compruébenlo ustedes mismos:

Cladograma muy simplificado, basado en http://tolweb.org/tree/.

La primera familia de especies que comparten hienas y licaones es la que se conoce como Carnívora, y que tiene categoría taxonómica de Orden. Dentro de ésta, vemos que hay dos subgrupos con categoría de Suborden; Feliformia y Caniformia. Y aquí ya se nos han separado las hienas de los licaones. Ha durado poco la unión. Ambos son animales, ambos son vertebrados, ambos son mamíferos, y ambos son carnívoros. Pero nada más. Ahí termina su parentesco. Los licaones pertenecen al grupo de los caniformes, y las hienas al de los feliformes. Están tan emparentados unos con otros, como lo están los leones con los mapaches, o como las suricatas con las morsas. 😀

Dentro de estos dos subordenes, los grupos que encontramos también están más emparentados con unos que con otros, por ejemplo, es posible que los pinnípedos estén más emparentados con los mustélidos que con los cánidos. Entonces, entre esos dos grupos, o clados, podríamos denominar uno nuevo que incluya a ambos, definido por su ancestro común más reciente y todos sus descendientes. Pero estos posibles grupos no los he incluido en mi cladograma, debido a que no dispongo de la información suficientemente fiable para hacerlo. Además de que sería un buen tute de recortar animalicos y dibujar líneas… 😛

Pero vamos ya a presentar a nuestros protagonistas:

Licaón (Lycaon pictus), también conocido como perro salvaje africano. Es un cánido muy social que vivie en manadas. Es un excelente cazador, considerado uno de los más eficientes del mundo ya que cerca del 80% de sus partidas de caza se saldan con éxito. Sus armas son su número, su coordinación y su resistencia física. Gracias a ello pueden abatir presas que superan muchas veces su tamaño, que es más o menos el de un perro grande. A diferencia de los lobos, que se rigen por una estricta jerarquía, los licaones son solidarios con el resto de la manada, y los que salen a cazar llevan comida a sus cachorros, a los viejos y enfermos, y a los compañeros de la manada que se han quedado cuidando de ellos.

Hiena manchada (Crocuta crocuta). Es un animal robusto, que suele pesar alrededor de unos 60 kilos, que ya es el doble de lo que puede llegar a pesar un licaón. También es un animal muy social que vivie en clanes dominados por las hembras, las cuales son algo mayores que los machos, y que peculiarmente tienen un falso pene que en realidad es un clítoris superdesarrollado. También son muy resistentes, y cazan en grupo. Aunque siempre que pueden aprovechan cualquier tipo de carroña. Gracias a su corpulencia y a su trabajo en equipo, pueden arrebatarle las presas a otros cazadores más especializados, como el guepardo, el leopardo, o incluso a los leones. Tienen una enorme potencia en la mandíbula, que les permite triturar hasta los huesos de sus presas, y así aprovechar los cadáveres de forma más eficiente que el resto de carnívoros con los que compite.

Se parecen en algunas cosas, ¿verdad? Ambos tienen las orejas más o menos redondeadas, aunque su forma es claramente diferente. Ambos tienen el morro ancho y de color negro. Y sus pelajes, aunque sean de colores direferntes, tienen un aire descuidado, como si se acabasen de levantar de la cama. A parte de eso, ambos tienen cuatro patas y un rabo, como casi todos los mamíferos. Es comprensible que se puedan confundir, sobretodo si no se conoce a los licaones.

Pero nosotros no somos conejos en peligro. No nos está persiguiendo un par de licaones, o hienas. Somos seres humanos, personas inteligentes que usamos un lenguaje que nos permite pensar sobre las cosas. Y creedme que vale la pena diferenciar entre galgos y podencos. No se nos van a comer. Vale la pena diferenciar entre hienas y licaones. Ahora ya os los he presentado, y estoy seguro de que ellos están encantados de que los hayáis conocido.

Divagaciones en torno a Ardi.

evo monkeysPues en estos momentos estamos teniendo una interesante conversación sobre las diferentes adaptaciones y posibles orígenes de éstas en el grupo de los grandes simios y los gibones (Hominoidea) en el foro de PaleoFreaks. Hablando sobre la famosa Ardi (Ardipithecus ramidus), he expuesto algunas ideas que quisiera también compartir en mi blog para haceros partícipes:

Una adaptación hacia un medio puede hacer que, si ésta es muy especializada, cuando el animal regresa al medio anterior, puede haber cambiado tanto, adaptándose hacia la anterior función, que deba para ello readaptarse al medio original por otra vía, ya que susodicha adaptación puede afectar a una estructura anteriormente usada en esa dirección haciéndola parcial o totalmente inservible.

El ejemplo de las focas creo que es perfecto para exponer esta suposición: Las focas descienden, como el resto de mamíferos marinos, de animales cuadrúpedos, adaptados especialmente a caminar por tierra firme. Sus miembros estaban originalmente colocados perpendicularmente al suelo, debajo del cuerpo, y fueron totalmente funcionales para correr, escarbar o incluso trepar, en algún punto de la evolución de estos carnívoros. Pero las focas, se han especializado tanto en la natación que han transformado sus miembros traseros en algo muy parecido a una aleta caudal. De hecho es tan asombroso el parecido que me dejó fascinado cuando observé que las focas nadan ¡moviendo el cuerpo de lado a lado como los peces! Y esto hace que sus miembros posteriores, ahora dirigidos hacia atrás, sean a diferencia de los de otros pinnípedos como los leones marinos o las morsas, totalmente inservibles para el desplazamiento en tierra. Por ello, las focas desarrollaron una forma de desplazarse en tierra distinta y tal vez innovadora en mamíferos. Aunque esta no sea demasiado elegante. XD

En este vídeo se puede ver a una foca nadando y desplazándose en tierra (¿tiene algún nombre en concreto su forma de «reptar»?):

Bien, pues algo parecido creo que sucede con los simios. En nuestro caso, los antepasados de nuestro linaje en lugar de haberse adaptado al desplazamiento en un medio acuático como los pinnípedos, estos se adaptaron, efectivamente desde formas cuadrúpedas ancestrales, a la vida en los árboles, y desarrollaron para ello ciertas adaptaciones. En este caso, unas manos especiales para agarrarse a las ramas, con una forma determinada, que terminaron siendo tan distintas que perdieron parte de su funcionalidad para el desplazamiento del animal en tierra.

Un buen ejemplo de esto es el gibón:


Por otro lado, los demás grandes simios parece que escogieron una nueva forma de desplazarse a cuatro patas, innovadora también. Y al parecer, gorilas y chimpancés coincidieron bastante en esto, siendo un ejemplo más de evolución convergente.

Pero nosotros, nuestro linaje, tal vez desde Ardi, empezamos a explorar con gran éxito el bipedismo. Liberando así las manos, lo cual parece ser la clave de nuestro desarrollo.

Bueno, esa es mi hipótesis por el momento. A ver qué os parece a vosotros.  🙂

Parecidos razonables II.

Seguro que os habéis dado cuenta de que hay animales que se parecen a otros, y más de una vez os habréis preguntado el porqué. Bien, pues hay dos razones que explican tales semejanzas.

En algunos casos se trata simplemente debido al parentesco existente entre dos especies de animales que han evolucionado a partir de un antepasado común. Ya que su separación en dos especies diferentes es relativamente reciente, ambos conservan los rasgos principales que definen el aspecto del animal. De esto mismo hablamos en la anterior entrada; Parecidos razonables.

Caballo y Cebra

Caballo (Equus caballus) y Cebra (Equus zebra)

Algunas de estas especies hermanas se diferencian lo suficiente como para que cualquiera pueda distinguirlas a simple vista, como por ejemplo el caballo y la cebra. Otras en cambio, se parecen tanto tanto, que los especialistas tienen que hacer serios estudios para distinguirlas. Aquí podeis leer un buen artículo sobre el tema.

Pero hay casos de animales cuyas ramas evolutivas se separaron hace tanto tiempo, que es totalmente imposible justificar sus semejanzas a través de la explicación del parentesco. Veamos un ejemplo de ello:

Orca (orcinus orca) y Tiburón (Carcharodon carcharias)

Orca (Orcinus orca) y Tiburón blanco (Carcharodon carcharias)

El parecido entre ambos animales es evidente. Tanto se asemejan, que a los cetáceos (ballenas y delfines) se les ha estado llamando (de manera erronea) peces durante muchos años. Y es que estos mamíferos mainos están increíblemente adaptados a una vida plenamente acuática, tanto que, duermen, se aparean, y dan a luz en el mar, sin necesidad de pisar tierra firme en ningún momento de sus vidas.

En realidad, delfines y tiburones són muy distintos. Su antepasado en común más reciente debió vivir hace muchísimo tiempo. Y desde entonces han pasado muchas cosas. En realidad, lo que nos importa no es el tiempo que ha transcurrido desde la separación de los linajes, sino los cambios que han sucedido desde entonces. Estos pueden ser más o menos numerosos, y más o menos significativos.

Los tiburones, que són peces cartilaginosos, han evolucionado a partir de formas marinas, y siempre dentro del agua. Su diseño es muy antiguo y viene triumfando en los océanos del planeta desde hace muchísimo tiempo, aunque también han generado una gran diversidad de formas. Y pese a que los tiburones ya poblaban los mares del Devónico, hace 400 millones de años, también han ido evolucionando hacia las formas modernas que encontramos en la actualidad.

Pero los mamíferos tienen su origen en tierra firme, hace unos 200 millones de años, a finales del período Triásico. Evolucionaron a partir de unos animales muy parecidos a reptiles terrestres; los sinápsidos, que a su vez descienden de antepasados tetrápodos semejantes a los actuales anfibios que ya se habían aventurado fuera del agua.

Ilustración de un Indohyus por Carl Buell.

Ilustración de un Indohyus por Carl Buell.

Este debió de ser, más o menos, el aspecto que tubieron los antepasados de los cetáceos, en un punto donde aún no eran completamente acuáticos (los mamíferos estaban volviendo al agua, a partir de formas completamente adaptadas a vivir fuera de ella).

En realidad, el Indohyus de la imagen no es verdaderamente un antepasado directo de las ballenas (aunque sí un pariente muy cercano), pero representa una morfología muy próxima a la que se le deduce a los ancestros de estos mamíferos marinos. Como podeis observar, en este estadio evolutivo, los cetáceos aún no habrían desarrollado ninguna de las adaptaciones que hoy los caracteriza y los hace tan semejantes, en apariencia, a los peces.

Veamos cuales són esas adaptaciones que hacen que los delfínidos se parezcan tanto a los tiburones:

  • Pérdida del pelaje: Como consecuencia, los cetáceos poseen una piel lisa, que ofrece menor resistencia al agua.
  • Cuerpos en forma de torpedo: Este diseño hidrodinámico permite a estos animales optimizar el gasto energético empleado en sus desplazamientos.
  • Aleta caudal: La transformación de la cola en una aleta caudal está acompañada de la pérdida de las patas traseras. Pero fijaros en que la aleta caudal de los cetáceos es diferente a la de los peces, la cual, a diferencia de los mamíferos marinos, se mueve de lado a lado. Los delfines y ballenas nadan moviendo sus aletas caudales de arriba abajo. Por lo tanto, sus colas són planas horizontalmente, y no verticalmente.
  • Aletas pectorales: Las patas delanteras se transforman en aletas.
  • Aleta dorsal: La aleta dorsal es una estructura análoga que garantiza estabilidad al animal cuando nada. Es la típica aleta que sobresale del agua cuando tiburones y orcas nadan justo por debajo de la superficie del agua.

Estas són, de entre las numerosas adaptaciones al medio acuático con las que la Selección Natural ha dotado a los cetáceos, las que más similitudes guardan con las características anatómicas de los tiburones, y peces en general.

Dado que las orcas han desarrollado una estructura corporal muy parecida a la del tiburón, debido a presiones selectivas similares, pero con orígenes claramente distintos, podemos decir que este es un caso de Evolución Convergente.

Ahora seguro que se os ocurren muchos más animales que tienen estructuras muy parecidas, con funciones similares, pero que han sido desarrolladas independientemente.

Algunos ejemplos más de convergencias evolutivas (me gustaría poner muchísimos más, pero pongo unos pocos a ver si se os ocurren a vosotros):

Colibrí (izquierda) y Esfinge Colibrí (derecha)

Colibrí, una diminuta ave especializada en alimentarse del néctar de las flores (izquierda) y Esfinge Colibrí, una mariposa (derecha)

Equidna (arriba) y Erizo (abajo)

Equidna, un mamífero monotrema (arriba) y Erizo, un mamífero placentario (abajo) Sus púas han sido desarrolladas de forma independiente.

Pterodáctilo (arriba) y Zorro volador

Pterodáctilo, un extinto reptil volador (arriba) y Zorro volador, un mamífero moderno (abajo)